La pobreza energética es una problemática que no solo afecta a España, sino que se extiende por todo el mundo perjudicando a las personas más vulnerables de cada país. En cada lugar repercute de una determinada manera, ya que como os hemos comentado en otros artículos, la pobreza energética no depende de un solo factor sino de la combinación de varios -la situación socioeconómica, los precios de la energía, el estado de las viviendas y el clima-.
Hoy os acercamos a 3 proyectos muy interesantes que también luchan por erradicar la pobreza energética en sus comunidades:
SocialWatt en Europa
SocialWatt es un proyecto de eficiencia energética enmarcado en el programa Horizonte 2020. Tiene como objetivo ayudar a que las partes obligadas por el artículo 7 de la Directiva Europea sobre Eficiencia Energética, desarrollen, adopten, prueben y difundan esquemas innovadores para aliviar la pobreza energética.
¿Quiénes son esas partes? Por un lado, los proveedores de energía y, por otro, las empresas de servicios públicos. ¿Y qué hacen desde SocialWatt? Analizan los datos de pobreza energética en hogares, crean planes de actuación, promueven la colaboración de las distintas partes para mejorar la eficiencia energética en los hogares, así como el uso de energías renovables y opciones financieras innovadoras.
Igual que ocurre en el proyecto EPIU Getafe Hogares Saludables, la coordinación y colaboración de diferentes socios es imprescindible. En el caso de SocialWatt más todavía, ya que ámbito de actuación abarca España, Austria, Francia, Irlanda, Bélgica, Países Bajos, Italia, Grecia, Eslovenia , Estonia y Rumanía.
Aula Solar en Togo
Como os comentábamos al comienzo de este artículo, las necesidades energéticas de cada lugar dependen de muchos factores. No es lo mismo vivir en España, que vivir en Togo. Allí una de las principales problemáticas es el acceso a la energía. Pero en un país con un nivel de insolación tan importante, la solución es clara: la energía solar. Pero el primer paso es capacitar a la población local.
Por eso, Energía sin Fronteras financió la creación de un Aula Solar en el centro de formación profesional de Kara, una pequeña ciudad al norte del país africano. Hacen cuatro cursos anuales (coincidiendo con los periodos vacacionales), a los que asisten los electricistas de la zona para ser capacitados en energía limpia y asequible. Calculan que se benefician de este proyecto 150 personas al año. Aunque estamos seguros de que el impacto social que tendrán en la comunidad estas formaciones será mucho mayor.
Además, ya se han formado 17 mujeres que se animaron a participar en los últimos cursos de verano.
Mapas de calor en Chile
Este proyecto está recién salido del horno. Es una iniciativa cuyo objetivo es caracterizar las viviendas y edificios de la localidad de Aysén (Chile) para identificar los consumos energéticos. A partir de esa información se generarán mapas de concentración de demandas y consumos de calefacción de las distintas comunas.
Gracias a esta herramienta se conocerá dónde se consume más, dónde es más eficiente instalar una caldera, o cómo se podrían ubicar, por ejemplo, las líneas de distribución de agua caliente en un proyecto de calefacción por distrito. (Si no conoces la energía de distrito, échale un vistazo a este informe de PNUMA.)
El proyecto está liderado por Universidad de Concepción de Chile en alianza con la Fundación Energía Para Todos y el Secretariado Regional Ministerial (SEREMI) de Medio Ambiente. Un vez más, la coordinación entre diferentes entidades, empresas y administraciones públicas es necesaria para abarcar el problema de la pobreza energética desde distintos ángulos y de la manera más eficiente y efectiva posible.
Como veis, son muchos y variados los proyectos cuyo objetivo es erradicar la pobreza energética en el mundo, y todos ellos tienen varias cosas en común. Por un lado, necesitan de la coordinación y colaboración de distintas entidades (administraciones, universidades, empresas, ciudadanía…). Por otro, tanto las causas como las soluciones deben tener un enfoque multidisciplinar y transversal. Y por último, el objetivo final de todos estos proyectos no es otro que el de mejorar la calidad de vida de las personas y de las comunidades, creando hogares saludables.