Tener una temperatura adecuada en nuestro hogar es importante para poder llevar a cabo nuestras actividades cotidianas (estudiar, trabajar, descansar…) sin perjuicio de nuestra salud. Calentar nuestro hogar es una necesidad esencial pero muchas familias tienen dificultades para asumir los gastos en calefacción, ya sea por falta de ingresos familiares, por los elevados precios de la electricidad o porque su vivienda no cumple con los requisitos de eficiencia energética.
La temperatura adecuada de nuestro hogar en invierno está entre 21ºC y 23ºC. Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), casi la mitad de la energía que consumen las familias españolas es para calentar sus casas. Con unas sencillas medidas y cambios de hábitos se puede llegar a ahorrar entre un 10% y un 40% de energía. Vale la pena seguir estos consejos, ¿verdad?
8 trucos para ahorrar calefacción en invierno
Adecúa la temperatura según las zonas de la casa
No necesitamos la misma temperatura en toda la casa, ya que no hacemos el mismo uso en todas las estancias. Hay zonas de día, como el salón o la zona de estudio, y zonas de noche, como el dormitorio. O por ejemplo, la cocina se va calentando mientras vamos cocinando. Así que regula los radiadores de cada zona o, si es posible, utiliza termostatos inteligentes para adecuar la temperatura a cada zona.
Ropa de invierno
En invierno, las temperaturas son más bajas tanto dentro como fuera de casa. Vestirnos como si fuera verano y poner la calefacción a tope no es una buena idea, ni para el planeta ni para nuestro bolsillo. Viste cómodamente, pero abrigado. Existen muchos opciones de ropa térmica, pero las prendas de lana son amenas y cálidas, sobre todo para mantener calientes los pies.
Coloca los radiadores debajo de las ventanas
La norma general es colocar los radiadores en la pared más fría de la estancia para favorecer la recirculación del aire. Por lo que si tienes ventanas o puertas, esa es la zona. En el caso de estufas, ponlas de espaldas a la ventana y asegúrate de que no estén cerca de cortinas o visillos. Según la Guía sobre las claves para la optimización de las instalaciones de calefacción individuales de la Comunidad de Madrid, al colocar el radiador bajo la ventana podemos ahorrar hasta el 5% de energía, además de ganar 0,5ºC más de temperatura en la habitación.
Si no podemos colocar el radiador junto a la ventana, puedes poner una pantalla reflectante detrás del radiador o pintar la pared con una pintura especial, para evitar que el yeso absorba el calor.
No obstruyas los radiadores
Si colocas telas, ropa o muebles/estructuras que tapen el radiador estarás haciendo que el calor se vaya a estos elementos en lugar de repartirse por la estancia. Evítalo.
¡Que no se escape el calor!
Ya os hemos hablado en otras ocasiones en el blog de EPIU Getafe – Hogares Saludables de la importancia del aislamiento térmico para evitar la pérdida de energía en nuestras casas. Revisa el aislamiento de tus ventanas y puertas, y si ves que pasa corriente cuando están cerradas, pon burletes, masilla o silicona, dependiendo del tipo de rendija.
¡También revisa que está bien aislado el cajón de la persiana!
Cierra la persiana por las noches
Este sencillo gesto permite mejorar considerablemente el aislamiento térmico de las viviendas. Y consecuentemente, si conseguimos un mayor aislamiento, se reducirá la demanda de calefacción. Según un estudio del Gobierno Vasco, esta reducción de la demanda de energía puede oscilar entre 7,6 y 23,3% en el caso de persianas parcialmente bajadas y entre un 11,4 y 28,8% si están completamente cerradas. Por tanto, cuando llegue la noche, asegúrate de cerrar bien todas las persianas.
Alfombras y cortinas
Las alfombras y cortinas no son solo elementos decorativos. También ayudan al aislamiento térmico de tu casa y mantienen el calor.
El cristal es un pésimo material aislante, puedes comprobarlo poniendo una mano sobre la pared y otra sobre la ventana. ¿Cuál está más fría? Cuando corremos las cortinas, se crea una capa de aire quieto entre la ventana y la cortina, que funciona de aislante. La mejor cortina de invierno: de tela gruesa, de color oscuro y con bastantes pliegues.
Las alfombras, además de hacer los espacios más confortables ayudan a mantener el calor del suelo. Si la alfombra es oscura y está en una zona donde da el sol directamente, absorberá el calor y lo irá desprendiendo poco a poco. Y si además es de una material grueso y con mucho aire en su interior, como la lana o el algodón, mejor.
Ventila la casa de forma eficiente
Ya te hemos contado cómo mantener el calor en casa, pero también es necesario renovar el aire. Ventilar es necesario para eliminar las sustancias nocivas que puedan haberse acumulado. Los dormitorios, mejor ventílalos al levantarte. Pero el resto de la casa, puedes ventilarla de manera eficiente abriendo todas las puertas y ventanas en el momento más cálido del día durante unos 10 minutos. Ten en cuenta que cuantas más personas vivan en casa, más tiempo y más veces deberás ventilar. ¿Qué conseguiremos con esto? Que el aire se oxigene reduciéndose la cantidad de CO2, que se regule la humedad evitando condensaciones y que los rayos del sol entren. Eso sí, ¡ten apagada la calefacción cuando lo hagas!
Estos son algunos consejos sencillos y económicos para ahorra calefacción durante estos meses de invierno. Mientras tanto, desde EPIU Getafe- Hogares Saludables, seguiremos trabajando para mejorar la situación de las personas en situación de vulnerabilidad energética a través de intervenciones a nivel de vivienda, edificios y barrio con un enfoque integral, preventivo y personalizado.