El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico anunció una consulta pública para el desarrollo de Comunidades Energéticas Locales entre el 17 de noviembre y el 2 de diciembre de 2020. Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid trabajaron en tándem con investigadores de la Universidad de Basilea y la Universidad de Nottingham Trent para contribuir con un breve documento que proporciona una orientación para la creación de comunidades energéticas en el territorio español.
Esta iniciativa forma parte del proyecto europeo EPIU Getafe – Hogares Saludables, que tiene como objetivo identificar y reducir la pobreza energética en el municipio de Getafe, Madrid. Con carácter innovador, la Universidad Carlos III de Madrid, en colaboración con la Universidad de Basilea (Suiza), la Universidad de Nottingham Trent (Reino Unido) y el Observatorio Finlandés de la Energía, presentan a las comunidades energéticas como una posible solución colectiva para mitigar la pobreza energética.
Aunque las comunidades energéticas son relativamente nuevas en el sector energético español, hay mucho que aprender de ejemplos que han tenido éxito en otros países de la Unión Europea. Un lanzamiento exitoso de comunidades energéticas en nuestro país podría conducir a mejoras significativas desde el punto de vista económico, medioambiental y social. Dado el potencial de generación de energía de fuentes renovables en España (IRENA, 2020), un compromiso con las comunidades energéticas representaría una oportunidad real para optimizar el sistema energético. Diferentes estrategias seguidas internacionalmente marcan una tendencia alentadora para las comunidades energéticas, y nos permiten desarrollar una referencia innovadora que podría aplicarse potencialmente a otros contextos.
Promovemos un enfoque centrado en la participación ciudadana, permitiendo mejoras en la eficiencia energética y estimulando un cambio en el comportamiento de los consumidores. Con el fin de cumplir los objetivos nacionales e internacionales de descarbonización, recomendamos que los programas energéticos de la Unión Europea se apliquen a mayor escala con múltiples partes interesadas incluidas, así como los ciudadanos.
El marco jurídico europeo es particularmente relevante (por ejemplo, las Directivas 2018/0172 (COD) (artículo 22) y 2019/944/CE, (artículo 16)). Al mismo tiempo, algunos textos jurídicos reglamentarios a nivel nacional podrían reinterpretarse a la luz de las comunidades energéticas. Reconocemos que una de las barreras más importantes de esta forma de desarrollo es garantizar la confianza del público en el proyecto.
Las comunidades energéticas también pueden utilizarse como herramienta de gobernanza para aliviar la pobreza energética y reducir la vulnerabilidad energética.
Nuestras aportaciones más relevantes a la consulta
De forma muy breve, a continuación, proporcionamos nuestras aportaciones más relevantes.
General
Nuestro enfoque se centra en la necesidad de fomentar y promover la participación ciudadana. Identificamos que una desconfianza hacia las políticas nacionales en materia de energías renovables surgió de una interpretación errónea generalizada de la Ley Real 900/2015, que además fue anulada en 2018. Argumentamos que las comunidades energéticas locales podrían contribuir al intento de lograr una transición energética justa, aumentar las oportunidades de empleo y la cohesión social, reducir y revertir la migración rural-urbana, aumentar la participación ciudadana y fomentar la investigación y la innovación.
Aspectos legales
Fomentamos una alineación con las directivas europeas (por ejemplo, el artículo 2 de 2018/2018/CE y el artículo 16 de 2019/944/CE). Recomendamos una reinterpretación de leyes específicas, como la Ley 24/2013, con el fin de regular los derechos y obligaciones de los participantes, y consagrarlas en la ley.
Barreras y oportunidades
Como principal barrera identificamos la necesidad de que todas las partes interesadas estén totalmente comprometidas. A su vez, también identificamos las brechas de conocimiento entre los ciudadanos, las cuestiones para financiar el acceso de las PYME y las dificultades para supervisar y evaluar las comunidades energéticas por parte de las autoridades locales. Las comunidades energéticas podrían proporcionar una alternativa estable para la descentralización de la gestión y la producción de la energía, y acelerar el cierre de las centrales de carbón. Existe un enorme potencial para la creación de nuevos modelos de negocio bajo las alas de las Comunidades Energéticas, así como beneficios para los ciudadanos y el medio ambiente.
Facilitar el marco
Sugerimos la creación de un programa de formación para los ciudadanos sobre cómo crear comunidades energéticas. Además, proporcionamos un modelo básico comunidades energéticas de manera que permita capturar y medir valores adicionales, basado en el enfoque de capacidad.
Participantes
Examinamos factores críticos como la legitimidad, la necesidad de un marco jurídico favorable, claridad, participación, disponibilidad y mayor difusión del concepto. Reconocemos que la administración podría desempeñar un papel importante no sólo en la circulación de información, sino también en la prestación de garantías y en el alivio de la desconfianza pública.
Esta son las cuestiones más significativas que aportamos a la consulta pública sobre las Comunidades Energéticas Locales. Para obtener más información, consulte el documento original.
Autores:
-Laura Gabriela de Mier Cortijo: Máster en Ingeniería Industrial por la Universidad Carlos III de Madrid, licenciada en Ingeniería Tecnológica Industrial, Universidad de Cantabria. Zonas de interés, eficiencia energética; tecnologías de generación, distribución y consumpción de energía sostenible.
-María Luján López: Programa Marie Sklodowska Curie de la investigadora Marie Sklodowska Curie H2020 Smart-BEEjS, Universidad de Nottingham Trent, Reino Unido. Máster en Estudios de la Unión Europea, Universidad de Salamanca, España, Licenciatura en Derecho, University de Buenos Aires, Argentina. Zonas de interés, arquetipos de modelos de negocio en sistemas energéticos.
-Raúl Castaño de la Rosa: Investigador Postdoctoral en la Universidad Carlos III de Madrid, proyecto Energy Poverty Intelligence Unit (EPIU). Doctor en Arquitectura por la Universidad de Sevilla. Su investigación se centra en la identificación de hogares en la pobreza de combustible y el análisis de medidas efectivas para reducirla desde una perspectiva individual (centrada en el propio hogar) y la perspectiva colectiva (a nivel de vecindad energética/comunidad). También es presidente del Observatorio Finlandés de la Energía (FEnO).
-Adam Xavier Hearn: Investigadora Marie Sklodowska Curie Programa H2020 SMART- EEjS University de Basilea. Maestría en Antropología Médica (SOAS, Londres). Su investigación se centra en la justicia energética y los distritos energéticos positivos.
Agradecimientos:
Se agradece la cooperación internacional entre la Universidad de Basilea (Suiza), la Universidad de Nottingham (Reino Unido), la Universidad de Carlos III de Madrid (España) y el Observatorio Finlandés de la Energía.