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El impacto de la subida de la luz en los hogares vulnerables

Se prevé que el aumento del coste de la energía durante el año 2021 en España afectará duramente la capacidad de afrontar el invierno para muchos hogares dejándolos seriamente desprotegidos. Si bien llevamos tiempo como sociedad viendo que la crisis energética está resultando un área de difícil regulación para muchos países, también se confirma que los más afectados resultan los pequeños consumidores. Esta circunstancia, sin medidas de contención ni políticas adecuadas, podría acabar aumentando de forma considerable el porcentaje de hogares en situación de pobreza energética.

El precio de la electricidad en los mercados mayoristas está experimentando un aumento mucho mayor al sucedido en los últimos años. El precio medio de los últimos tres años resultó de 46,31 €/MWh y, en contraposición, relativo al año en curso, los valores resultan altamente superiores ya que el precio medio de los primeros días de octubre 2021 ha superado los 200 €/MWh. Si bien esta situación previamente descrita pertenece al ámbito mayorista de producción y comercialización energética, los valores cambiantes repercuten indudablemente en las facturas de los consumidores finales. 

La subida de precios en el mercado eléctrico también se ve agravada por el contexto que se esta viviendo en la actualidad debido a la crisis sanitaria, producto de la pandemia del Covid-19, que ha provocado un aumento de desocupación laboral a nivel nacional.

Según la estadística sobre el gasto de los hogares y presupuestos familiares desarrollada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el gasto medio por hogar registrado en el año 2020 es de 26.996 € y, si de ese monto se considera que el gasto destinado a vivienda y servicios (agua, electricidad, gas y otros combustibles) es de 9.621,46 €, lo cual representaría un 35 % del gasto medio calculado, nos confirma que la subida en el valor del kWh de energía podría representar un riesgo de exclusión para muchos hogares. Cuando el valor de la energía consumida resulta un porcentaje muy elevado del presupuesto familiar, se deduce que para afrontarlo se requiere una reducción en el presupuesto asignado a otros aspectos ya sea salud, educación, transporte, cultura, ocio.

Tabla 1 Cantidad de electricidad (kWh) y gas ciudad y natural (M3) media consumida por hogar, año 2020:

Fuente de enrgía Cantidad consumida media por hogar (2020)
Electricidad (kWh) 2.822,0
Gas ciudad y Natural (kWh) 2.596,3 
Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

La respuesta por parte de los pequeños consumidores ante este panorama podría resumirse  en dos escenarios: por un lado, que se continúe haciendo el mismo uso de la energía como hasta el momento, en busca de confort térmico ante las bajas temperaturas, o que se produzca una baja en la demanda debido a la restricción de uso por parte de los hogares. El primer escenario planteado podría ocasionar un gran endeudamiento por parte de las familias, ya que se considera que se podría gastar al menos el doble de dinero en energía en relación con el periodo anterior. Por otro lado, el segundo escenario implicaría un aumento de los hogares en situación de incapacidad de hacer frente al gasto económico y, por consiguiente, un detrimento de la calidad de vida y sus posibles consecuencias en diferentes aspectos como la salud.

En ambos casos supondría un incremento de los hogares en situación de pobreza energética, bien sea por el excesivo gasto o por la ausencia de unas condiciones mínimas de habitabilidad en la vivienda. Según un estudio del año 2008 desarrollado por el INE, se cuantifica que el 18,6 % de los hogares de España utiliza calefacción eléctrica. 

Tabla 2 Porcentaje de energía de calefacción utilizada por viviendas:

Calefacción eléctrica Calefacción de gas Calefacción por gasóleo Otros sistemas de calefacción
Hogares 18,6% 32,3% 11,7% 12,8%
Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

Conforme a cálculos realizados desde la Fundación de Familias Monoparentales “Isadora Duncan”, una familia que cuenta con bono social, en el mes de noviembre de 2020, ha recibido una factura de electricidad por el total de 157 € siendo un año más tarde un 158 % superior con un total de 406 €, el bono social dejó la factura de 2020 en 132 € y en noviembre de 2021 en 322 €, un aumento final del 144 %. Frente a esta problemática, las administraciones estatales se han pronunciado y se han publicado en el último período una serie de decretos-ley, como bien se puede profundizar en previas publicaciones del blog, refiriendo nuevas medidas con la intención de mitigar el impacto de las nuevas tarifas en las facturas de los consumidores de hogares englobados en categoría de vulnerables y vulnerables severos, y algunas medidas que buscan proteger aquellos hogares que hasta el invierno anterior han podido hacer frente a los gastos energéticos sin ayudas y que posiblemente este año no sea así. 

Pobreza energetica

Aún así, de cara a intentar ampliar la contención de las consecuencias que se pudieran ocasionar, el Real decreto-ley 23/2021 de 26 de octubre especifica una serie de medidas enfocadas a conseguir que el coste del consumo de electricidad de los pequeños consumidores sea similar al de períodos anteriores. Por tanto, el objetivo resulta destinado a contener la situación actual mas no a mejorar la situación de los hogares que ya se encontraban en una posición de vulnerabilidad en los años anteriores.

Esto hace que la situación de dependencia de las energías (en este caso la eléctrica) se mantenga y pueda ser una fuente futura de vulnerabilidad económica y energética, ya que para poder paliar de raíz el problema, se tendría que optar por medidas estructurales que disminuyan las necesidades energéticas de los hogares, reduciendo la dependencia energética de estos. Por otro lado, se debe abordar el problema de sobreendeudamiento al que se verán expuestas las familias una vez concluyan las medidas existentes que protegen a las personas y familias ante cortes de suministro.

Finalmente, destacar que si bien la subida de la luz tiene un impacto directo en los hogares de España también mencionar que el impacto indirecto relacionado con el riesgo de pérdida de empleos derivado de la relación entre el sector energético en la industria agrava aún más la situación siendo indispensable la creación de medidas de contención eficientes.

El enfoque en el proyecto EPIU Getafe

El proyecto EPIU Getafe Hogares Saludables pretende identificar los hogares vulnerables en materia de energía del municipio de Getafe y trabajar en conjunto para ofrecer soluciones a medida que mejoren la calidad de vida en estas viviendas, buscando entre otras soluciones aquellas que mejoran las condiciones de confort mediante la reducción de las necesidades energéticas a través de la intervención (rehabilitación en algunos de los casos) de las viviendas y edificios existentes.

Autores: Camila Andrea Ludueña, arquitecta e investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid, y Daniel Álvarez, responsable del Área de Proyectos de la Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan.

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