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3 medidas españolas contra la pobreza energética, potenciadas desde la UE

La pobreza energética está presente en muchos hogares del sur y del este de Europa, entre los que se encuentran países como España, Italia o Bulgaria. Los índices de pobreza energética han ascendido hasta convertirse en uno de los pilares a trabajar por parte de los Estados para disminuirlos de cara a una transición ecológica justa.

En concreto, en nuestro país alrededor de 4,5 millones de personas sufren esta desigualdad y tanto la Unión Europea (UE) como el Gobierno de España plantean medidas para reducir y prevenir la vulnerabilidad energética desde una línea de trabajo transversal, que implica a administraciones públicas, sector privado y consumidores.

La mayoría de iniciativas están recogidas en la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024. Sin embargo, hoy queremos aterrizar este plan y compartir tres de estas medidas que se están llevando a cabo.

1. Ayudas para la rehabilitación eficiente

Gran parte del parque de edificios del territorio español es poco eficiente desde el punto de vista energético. Esto se traduce en la necesidad de consumir más energía para poder mantener una temperatura confortable a lo largo del año.

Desde varios ministerios y en coordinación con los gobiernos autonómicos y locales se pretende impulsar la rehabilitación de edificios residenciales, viviendas y barrios, potenciado por programas como el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado también por los fondos europeos Next Generation de la UE, cuyos objetivos globales se pueden resumir en:

  • Reducir las emisiones de CO2, gracias al menor consumo de energía final en los edificios.
  • Aumentar el consumo de energía procedente de fuentes renovables.
  • Desde el punto de vista social, mejorar la eficiencia de las construcciones implica que el gasto monetario familiar destinado a energía se reduzca y, por tanto, también lo hagan las desigualdades provocadas por esta situación.
medidas europeas
Ayudas, objetivos, financiación y ámbitos de actuación del PRTR, una de las subvenciones para rehabilitación energética. Infografía del MITMA.

2. Formación e información profesional

Las desigualdades normalmente son consecuencia de repetidos fallos sistémicos a lo largo de los años, como si de un efecto dominó se tratara. Así, es importante que profesionales del sector de la construcción tengan formación y conocimientos sobre cómo construir un hogar saludable. ¿Significa que todo depende de ello? Su aportación es clave, pero como hemos comentado antes, la solución debe ser transversal e implicar de alguna forma a las diferentes industrias y los distintos agentes implicados.

Para el mencionado sector de la arquitectura y construcción, desde EPIU Getafe Hogares Saludables, se ha lanzado la primera edición de los cursos profesionalizantes sobre eficiencia energética y construcción sostenible del proyecto, que impartirá la Fundación Laboral de la Construcción. Tras el éxito de esta convocatoria, se abrirá una nueva edición después de verano. Síguenos en @EPIUGetafe para estar informado/a de las novedades.

El sector sanitario, el de la seguridad o el social (médicos/as, enfermeros/as, cuerpo de bomberos/as, policías, trabajadores/as sociales…) también juegan un papel protagonista en la identificación de la pobreza energética. Es por ello que, desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), se ha propuesto la elaboración de un protocolo de cribado de pobreza energética para que diferentes profesionales de atención primaria puedan identificar cuáles de sus pacientes o ciudadanos/as sufren esta problemática.

Otra iniciativa europea de formación en pobreza energética es el curso online «Introducción a la pobreza energética y al EPAH» disponible en 21 idiomas, que imparte el Energy Poverty Advisory Hub (EPAH) de la Comisión Europea. Se trata de una formación básica dirigida a  cualquier persona interesada en conocer soluciones para reducir la pobreza energética.

3. Mejorar la educación energética

Dentro de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética se recogen varios planes para mejorar la educación energética de la ciudadanía y de los colectivos vulnerables.

Esta sensibilización se centra en la comprensión del funcionamiento del sistema energético, el conocimiento de los derechos como consumidores de energía, las tarifas, bonos sociales, los componentes de la factura eléctrica y otros aspectos como los hábitos de consumo, el ahorro y la mejora de la eficiencia en el gasto energético.

Estas son algunas de las herramientas que se facilitan desde el Gobierno:

Tan inteligente como empoderar a la población es identificar a los colectivos más vulnerables y asegurarse de que también reciben la información y ayudas disponibles. Hace unos meses te contamos que la pobreza energética tiene rostro de mujer, es decir, que son ellas las más afectadas por unas causas u otras.

Para reducir esta brecha, el Ayuntamiento de Barcelona ha prestado especial atención y ha implantado 6 medidas dirigidas a combatir la pobreza energética y mejorar la habitabilidad de las viviendas dirigidas por mujeres. A mayores, por supuesto, de las destinadas a la ciudadanía del municipio.

Desde EPIU Getafe Hogares Saludables se ofrecen diversos recursos y ayudas dirigidas principalmente a la población de Getafe, pero también a profesionales y entidades. En el proyecto puedes encontrar:

Para estar al día puedes seguirnos en Facebook, Instagram, Twitter e ir presencialmente a la Oficina de Hogares Saludables o a cualquiera de los puntos de atención en los centros cívicos de Las Margaritas y La Alhóndiga-Fátima. ¡Te esperamos!

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