Las crisis mundiales y locales de cualquier índole (socioeconómicas, geopolíticas, sanitarias…) intensifican las desigualdades entre colectivos, de tal forma que, aquellos más vulnerables son los más susceptibles de sufrir algún tipo de pobreza.
La desigualdad energética no es una excepción. Desde la crisis de 2008 es una realidad en aumento y en concreto en España, en 2021 se alcanzó el máximo histórico de personas que no pueden mantener una temperatura confortable en casa: el 14,3 % de la población.
Son varios los factores que agravan esta situación: el desempleo, la precariedad laboral, los altos precios de la energía, la inflación de productos de primera necesidad y también, la mala eficiencia energética de la mayoría de viviendas en nuestro país.
Se trata de una pandemia silenciosa difícil de identificar. Por eso en este post exponemos algunos puntos característicos de la pobreza energética.
¡Recuerda!: si vives en Getafe y vives alguna de las situaciones que describimos a continuación, ponte en contacto con nuestro equipo.
¿Cómo se siente la pobreza energética?
La vulnerabilidad energética es una situación temporal influenciada por un cambio (o varios) en el estilo de vida, en muchos casos cambios comunes que ocurren en el día a día. Por ejemplo, factores internos como el nacimiento de un hijo/a o la enfermedad de un miembro del hogar, o factores externos como la pérdida del trabajo o la inflación.
Se trata por tanto de la tendencia a vivir una situación en la que el hogar no recibe la cantidad adecuada de energía para mantener el bienestar de los habitantes (Bouzarovski y Petrova, 2015).
A continuación, exponemos 6 características de la escasez energética doméstica:
- Acceso: el consumidor tiene problemas para conseguir y utilizar cualquier tipo de energía para calentar o enfriar sus hogares. Esta situación suele ser más común en países en vías de desarrollo.
- Desequilibrio: el coste de consumir la energía necesaria para el hogar representa un gasto elevado en relación a los ingresos mensuales.
- Insuficiente eficiencia energética del hogar: es muy común en España, sucede cuando el calor se escapa y resulta muy complicado mantener una temperatura adecuada en el interior del inmueble (entre 18 y 21 grados en invierno y menos de 26ºC en verano).
- Retrasos en el pago de las facturas: la imposibilidad de pagar a tiempo la factura eléctrica también se reconoce como pobreza energética.
- Falta de información accesible: ¿Conoces cómo puedes hacer más eficiente el consumo energético doméstico? ¿Las ayudas disponibles? ¿El bono social?
- Perspectiva de género: los hogares con mujeres como sustentadoras principales están en mayor riesgo de sufrir pobreza energética (mujeres que viven solas -incluidas las mayores de 65 años- y familias monoparentales maternas).
Otros aspectos como el clima del lugar, la situación laboral, la salud de los habitantes del hogar… influyen. Además, las medidas públicas tienen en cuenta 4 indicadores para determinar si una persona o familia se encuentra en riesgo de desigualdad energética.

La influencia de la energía doméstica en nuestro día a día
La desigualdad energética suele asociarse solo a la dificultad de mantener una temperatura confortable dentro del hogar por no poder utilizar calefacción o aire acondicionado. Y aunque es la manera en que más se siente, esta tiene más implicaciones.
La energía doméstica (electricidad, gas, butano…) nos provee de agua caliente, iluminación y el funcionamiento de electrodomésticos esenciales en nuestra vida cotidiana (refrigerador y congelador, lavadora, cocina, etc.) o que nos ayudan a cocinar los alimentos.
Lo mismo ocurre con la energía necesaria para el transporte, que depende del precio de los combustibles, y la cual muchas veces no se tiene en cuenta a la hora de evaluar si un hogar sufre pobreza energética.
Otro aspecto importante son el resto de facturas domésticas (alquiler o hipoteca, agua, internet…) al que un hogar debe hacer frente periódicamente.
Todas estas consideraciones representan gastos fijos mensuales para las familias y por tanto, están directamente relacionadas con sus condiciones de vida. Son elementos que determinan el esfuerzo que deben realizar los consumidores domésticos para estar satisfechos con su vivienda y su calidad de vida.
Desde EPIU Getafe Hogares Saludables…
Trabajamos para mejorar la situación energética de los vecinos y vecinas de los barrios de La Alhóndiga-Fátima y Las Margaritas (Getafe).
Para ello, llevamos a cabo diferentes actuaciones, investigaciones y soluciones a medida, en los ámbitos de vivienda, edificio y barrio. Se trata por tanto de un trabajo en equipo donde los 9 socios aportan su conocimiento, iniciativas y ganas al proyecto. Estos son algunos ejemplos:
Cruz Roja Getafe ofrece un kit energético personalizado para ahorrar en la factura de la luz. Aquí puedes leer la experiencia de una usuaria getafense.
La Asociación de Ciencias Ambientales – ACA elabora cada mes una infografía informativa para conocer cómo funciona el sistema energético actual. Puedes descargarlas de forma gratuita en Graphic Resources.
El Ayuntamiento de Getafe ha puesto en marcha la Oficina de Hogares Saludables (OHS), un servicio municipal de asesoramiento personalizado para mejorar la situación energética del municipio. ¡Te esperamos!