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La importancia de la medición de impacto para el diseño de medidas contra la pobreza energética: rehabilitación exprés

Una de las principales causas de la pobreza energética es la baja eficiencia energética de las viviendas. Las familias en situación de vulnerabilidad suelen vivir en edificios antiguos y muy ineficientes desde el punto de vista energético. De hecho, según la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del INE, en 2019, el 72% de los hogares españoles pertenecientes a los cinco deciles de renta más bajos vivían en edificios construidos hace más de 25 años. El bajo nivel de ingresos de estas familias debilita su capacidad de acometer reformas en sus viviendas, en particular, las que podrían mejorar su eficiencia energética, es decir, las que comúnmente se clasifican como actuaciones de “rehabilitación energética”. Además, según la encuesta antes mencionada, el 23% de los hogares con ingresos más bajos vive en viviendas alquiladas, frente al 13% de los de ingresos más altos (EPF, 2019). Este hecho suele ser una barrera adicional hacia la mejora de la calidad energética de sus viviendas.

La Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024 (ENPE) destaca la mejora de la eficiencia energética de las viviendas como la herramienta clave para luchar contra la pobreza energética de forma estructural en España y propone la implementación de tres tipos de medidas:

  1. Medidas a corto plazo: rehabilitación «exprés» de bajo coste de las viviendas.
  2. Medidas a medio plazo: sustitución de equipos domésticos y promoción de viviendas sociales asequibles.
  3. Medidas a largo plazo: rehabilitación integral de edificios.

Por otro lado, la actualización de 2020 de la Estrategia a largo plazo para la Rehabilitación Energética en el Sector de la Edificación en España (ERESEE) establecía un plan específico para combatir la pobreza energética a través de intervenciones de eficiencia energética. Sin embargo, ni la ENPE 2019-2024 ni la ERESEE 2020 presentan una evaluación del impacto real de estas medidas en los gastos de los hogares y en la pobreza energética.

El estudio realizado por el Instituto de Investigación Tecnológica de la universidad de Comillas titulado “Evaluación del impacto de la rehabilitación exprés en la pobreza energética: análisis de casos reales” publicado por Fundación Naturgy en junio de 2023, analiza el impacto de casos reales y elabora una propuesta para sistematizar esta medición. Presenta algunas conclusiones numéricas y una serie de recomendaciones para el análisis de impacto. Entre las primeras indica que la recopilación de datos de los 54 hogares beneficiarios del Fondo y su posterior elaboración para la estimación de sus gastos energéticos reales y requeridos han permitido tener una estimación de la extensión y profundidad de la pobreza energética oculta (indicador HEP) en la muestra analizada. Considerando el conjunto de hogares analizados, el indicador HEP baja significativamente tras la rehabilitación energética exprés. En particular, se pasa de tener un 89% de hogares en esta situación de vulnerabilidad energética a un 79%, es decir se produce una reducción del 12% de la incidencia de la pobreza energética oculta. Por otro lado, la brecha de pobreza energética (diferencia entre la mitad del gasto energético requerido de un hogar y su gasto energético real) pasa de unos 423€/año a unos 313€/año, marcando así un efecto positivo de las intervenciones analizadas en la situación de pobreza vinculada a la energía del conjunto de hogares analizados. Asimismo indica, que la medida más efectiva en términos de porcentajes de hogares que salen de la pobreza energética oculta, entre las analizadas, es la sustitución de electrodomésticos (que produce una bajada del 25%), seguida por la sustitución del sistema de calefacción o ACS (20%). Por otro lado, si se compara la brecha de la pobreza energética antes y después de la intervención, la medida más efectiva para reducir dicha brecha es la sustitución de vidrios y carpintería (reducción del 45%), seguida por la sustitución del sistema de calefacción o ACS (35%) y el cambio de electrodomésticos (22%).

Estos resultados destacan, una vez más, la relevancia de medir tanto la extensión como la profundidad de esta lacra social. Por ejemplo, los hogares en los que sustituyeron las ventanas no consiguen salir de la pobreza energética por su situación severa de vulnerabilidad y la baja eficiencia energética inicial de sus viviendas. Sin embargo, gracias a esta medida consiguen reducir considerablemente su brecha, es decir, su situación de infra gasto se ve muy aliviada.

Extrapolando los resultados a la población vulnerable en España, el informe produce una serie de recomendaciones que podrían ser útiles para los responsables de tomar decisiones y las organizaciones a la hora de diseñar e implementar intervenciones exprés en las viviendas:

  • La sustitución de sistemas de calefacción, ventanas y electrodomésticos son las medidas que se tendrían que priorizar (entre las incluidas en el estudio) cuando se decide acometer una rehabilitación exprés en hogares vulnerables.
  • Otras medidas muy prometedoras a nivel teórico que no se implementaron en la muestra analizada, a saber, la mejora del aislamiento en muros y techos, tendrían que ejecutarse para obtener una rehabilitación más profunda de la envolvente térmica de la vivienda.
  • Los beneficios generados por el Fondo Solidario de Rehabilitación Energética de Fundación Naturgy alientan a la sociedad a seguir potenciando la colaboración entre entidades para crear redes solidarias que eviten la cronificación de la pobreza energética en España.

Por último, los resultados de este informe sugieren una serie de recomendaciones que podrían ser útiles para tomar decisiones y para las organizaciones a la hora de diseñar e implementar intervenciones exprés en las viviendas.

  • Extrapolando con cautela los datos presentados para el caso estudio a la población vulnerable en España, se puede concluir que, entre las medidas implementadas en la muestra, la sustitución de sistemas de calefacción, ventanas y electrodomésticos son las medidas que se tendrían que priorizar cuando se decide acometer una rehabilitación exprés en hogares vulnerables. Sin embargo, otras medidas muy prometedoras (a nivel teórico) que no se implementaron en la muestra analizada, a saber, la mejora del aislamiento en muros y techo, tendrían que ejecutarse para obtener una rehabilitación más profunda de la envolvente térmica de la vivienda.
  • El indicador de pobreza energética oculta (HEP) es la única métrica propuesta para el caso estudio español que parte para su cálculo del gasto energético teórico o requerido de los hogares. Esto lo hace especialmente útil para poder medir de forma fidedigna el resultado de acciones de eficiencia energética sobre las viviendas.
  • En estudios futuros se podría ampliar el abanico de medidas a las de adaptación de las viviendas al calor, dada la perspectiva de un aumento significativo de la demanda de refrigeración por el cambio climático
  • La valoración a partir de certificación energética antes y después de la rehabilitación. Podría permitir afinar el análisis del impacto de las medidas incluidas en la rehabilitación exprés en el consumo energético requerido y convertirlo en gasto energético requerido para evaluar la viabilidad económica de cada una de estas medidas
  • Por otro lado, la valoración a través de encuestas más profundas a los hogares beneficiarios permitiría evaluar más a fondo el impacto de la rehabilitación exprés en distintos aspectos de la vida de estos (sociodemográficos, económicos, habitabilidad de la vivienda, salud, etc.).
  • Por último, la valoración a partir de toma de datos como, al menos, la temperatura antes y después de la rehabilitación durante un número significativo de meses, daría lugar a nuevos indicadores de confort y pobreza energética muy interesantes para la toma de decisiones acertadas.

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