La calidad de vida que una vivienda ofrece a sus habitantes depende en gran parte de los materiales con los que está construida. Estos materiales deben adaptarse al emplazamiento del hogar, las características climáticas de la zona y el uso que se le vaya a dar.
Se estima que la edificación -construcción y uso de los edificios- produce entre un 40% y 50% de las emisiones de CO2 totales emitidas a la atmósfera. Esto ha provocado que haya una mayor concienciación acerca de la construcción de edificios más sostenibles y, por lo tanto, del uso de materiales menos contaminantes y que respeten más la naturaleza.
Los materiales de construcción sostenible son aquellos materiales de procedencia local y de bajo coste energético, duraderos, eficientes, no contaminantes ni tóxicos, con poca necesidad de mantenimiento que, al finalizar su vida útil, son reutilizables, reciclables o recuperables.
Características bióticas
Las características bióticas de los materiales de construcción sostenible son las siguientes:
- Naturales: es decir, son materiales poco elaborados.
- Saludables: libres de toxicidad o radioactividad.
- Perdurables: tienen una duración adecuada.
- Reciclables, reutilizables o biodegradables: no son un residuo de vertedero, aportan un importante beneficio en este sentido.
- Transpirables: permeables al vapor de agua y al aire.
- Higroscópicos: capaces de absorber, retener y volver a evaporar la humedad ambiental.
Para reducir en la medida de lo posible el impacto ambiental, conviene elegir materiales locales o de zonas cercanas, lo que disminuye el transporte y las emisiones emitidas por ello.
En el momento de planificar la construcción de un hogar saludable y sostenible, calcular el impacto nos ayudará a medir y elegir los materiales más adecuados. Para ello, se pueden seguir algunas pautas como que:
- Tengan una larga duración.
- Provengan de una producción justa y sostenible (condiciones de trabajo y de obtención de los materiales).
- Sean valorizables, se pueda reutilizar o separar fácilmente.
- No sean contaminantes ni contengan materiales contaminantes.
- Consuman poca energía en su ciclo de vida.
- Provengan de fuentes abundantes y renovables o que tengan un alto porcentaje de materiales reciclados.
El ecoetiquetado o el marcaje CE garantiza una calidad y compromisos ambientales y facilita la elección que podamos tomar.
Materiales ‘estrella’
- ADOBE (ladrillo de barro sin cocer secado al sol): conlleva muchos beneficios como el bajo consumo de energía y contaminación, sus propiedades aislantes y su carácter local. El problema principal del adobe es su carácter hidrófilo, absorbiendo la humedad fácilmente y alterando mucho su capacidad de carga. Para evitar el debilitamiento de los muros de adobe es necesaria una adecuada protección contra el agua y un reforzamiento.
- MADERA: es un ejemplo de material sostenible ya que tiene una elevada calidad biológica, es permeable al vapor de agua, transpira, es capaz de actuar como regulador de la humedad y no es tóxico ni radiactivo. La madera destaca por su impacto ambiental positivo, bajo coste energético, es un material natural, saludable, perdurable y reciclable. Además, con una adecuada gestión, una procedencia local y una producción, uso y desecho adecuados, es un material 100% sostenible.
- BAMBÚ: es un material renovable, una buena alternativa al uso de la madera, su recolección no produce la deforestación de los bosques; es ecológico, natural y sostenible y absorbe un 30% más de CO2 que los árboles. Sus aplicaciones en la arquitectura son diversas y sus ventajas, también. Es un material resistente y ligero, que puede ser utilizado como recurso en la construcción de estructuras sismo-resistentes y en el diseño de elementos decorativos. Se le denomina ‘acero vegetal’, ya que se considera más resistente y duradero que algunas maderas como el roble.
- CORCHO: material 100% natural que se obtiene de la corteza del alcornoque, por sus propiedades puede ser utilizado para el aislamiento térmico y acústico. Ofrece multitud de usos, ya que se puede aplicar interior y exteriormente, en suelos, paredes y techos, contribuye en la mejora del confort y de la eficiencia energética, ya que es sinónimo de ahorro energético en el uso de instalaciones térmicas.
- HORMIGÓN Y ÁRIDOS SOSTENIBLES: son aquellos residuos y subproductos industriales cuyo uso como áridos supone una ventaja ambiental; incluye áridos reciclados procedentes de demolición y construcción, áridos siderúrgicos y cenizas que son escorias de hornos y acerías o de la quema de carbón, y áridos procedentes de la valorización de otros residuos como neumáticos fuera de uso (para bituminosas o pavimentos especiales), plásticos (en rellenos y bituminosas) o vidrio (bituminosas o terraplenes).
La innovación, el desarrollo y la investigación son la respuesta para lograr una construcción sostenible y que el uso de los materiales sea el adecuado.
La reducción del consumo de energía, no sobre-explotación de recursos, ni producción de materiales tóxicos o insanos, la reducción en la generación de residuos, la reutilización de los materiales siempre que sea posible y el posterior reciclaje de cualquier residuo que se genere, etc., harán que los materiales que producimos se encuadren dentro de la economía circular.
Recomendamos la lectura de Cradle to cradle, un libro que nos dará ideas sobre cómo mejorar los procesos de producción y tender hacia cradle to cradle -en su traducción al castellano: de la cuna a la cuna-, es decir, materiales que cuando no nos sirvan puedan volver a entrar en el ciclo de vida.