Vivir en una urbe tiene múltiples ventajas en términos de comodidad y vida social. Sin embargo, hay una serie de factores que hacen que las ciudades puedan agravar las desigualdades y aumentar diferentes formas de pobreza, como la energética. Una de ellas es el microclima urbano que se puede formar en determinadas localizaciones y afectar de forma individual en el confort térmico de los hogares.
¿De qué depende el confort térmico de un hogar?
El confort térmico hace referencia a la sensación térmica que experimentan las personas que, por cuestiones económicas, no pueden hacer uso de la calefacción o el aire acondicionado cuando las temperaturas son extremas. En él influyen 3 factores:
- [Hogar]: La eficiencia energética de la propia vivienda (materiales de construcción, orientación, calidad del aislamiento, ventanas, puertas, etc.).
- [Edificio]: La eficiencia energética del bloque de apartamentos.
- [Barrio]: El microclima urbano de la zona.
Las ciudades están llenas de cemento, hormigón, coches, ruido, etc. Son aspectos visibles y sonoros que afectan a la calidad del aire y a la temperatura atmosférica.
Un ejemplo es la imposibilidad de salir a la calle en pleno julio durante las horas centrales del día. Todas las personas hemos experimentado alguna vez esa sensación abrasadora en la que no hay sombra y el suelo «expulsa calor». Este fenómeno es conocido como isla de calor urbana y es mayor en el interior de las urbes que en la periferia.
Cuanto mayor es la temperatura exterior más fuertes son los efectos de estas rachas de calor. De hecho, en Getafe se estima que la temperatura media exterior ascienda a los 34ºC en los próximos 30 años, 3ºC más que la media actual.
Estas islas de calor dificultan la regulación de la temperatura interior de las viviendas y disminuyen el efecto de la ventilación natural. A ello se le suma que el parque de viviendas español está envejecido y es poco eficiente desde el punto de vista energético. En concreto, gran parte del tejido urbano de la Comunidad de Madrid fue construido en la década de los 70, y en el municipio de Getafe, la mayor parte de los inmuebles datan de 1960 a 1980.
Por lo tanto, para mejorar los índices de pobreza energética se deben buscar soluciones que reduzcan estos efectos desde distintas vertientes: rehabilitar bajo criterios de mejora energética las viviendas y edificios, y reducir la intensidad de las islas de calor en las ciudades.
Naturalización de los barrios
Una solución ante el fuerte calor desprendido en las calles es naturalizar las ciudades para mejorar el microclima urbano. Plantar árboles trae beneficios más allá de lo ornamental.
Mejoran la calidad del aire atmosférico al producir oxígeno y captar dióxido de carbono. Según la Organización Mundial de las Naciones Unidas (ONU) un árbol maduro es capaz de absorber hasta 150 kg. de gases contaminantes al año.
Son reguladores térmicos. La presencia de vegetación aumenta la humedad del ambiente, refrescando la temperatura en verano y suavizándola en invierno. Ubicándolos de una forma estratégica pueden reducir entre 2 y 8ºC la temperatura en los edificios cercanos y, en consecuencia, mejorar el confort térmico de las viviendas.
También funcionan como aislantes acústicos, atenuando el ruido provocado por el ajetreo urbano (coches, cláxones, sirenas, obras, etc.); son el hogar de muchos insectos y aves, y además, estar en contacto con la naturaleza reduce el estrés.
EPIU Getafe: un proyecto europeo con triple enfoque
Desde EPIU Getafe Hogares Saludables buscamos identificar las principales causas de la pobreza energética en los barrios de La Alhóndiga-Fátima y Las Margaritas (Getafe).
Para ello, llevamos a cabo diferentes actuaciones, investigaciones y soluciones a medida, en los ámbitos de vivienda, edificio y barrio. En relación a la identificación del microclima urbano, se han instalado diferentes sensores que miden la temperatura y la humedad relativa en dichos barrios.
Además, dentro de esta iniciativa Urban Innovative Actions (UIA), el Ayuntamiento de Getafe ha puesto en marcha la Oficina de Hogares Saludables (OHS), que se encarga de identificar la vulnerabilidad energética en los hogares, gracias al servicio municipal de asesoramiento personalizado. La OHS está abierta al público y cualquier vecino o vecina del municipio puede acercarse, con cita previa, a los 3 puntos de información existentes. ¡Te esperamos!